aquí,frente a la ventana
y hallar en el mar el poema necesario
que arrulle las miradas repetidas a los mundos huérfanos.
Aqui,
con el silencio,como invitado,
una tibia luz sobrevive
para vencer a la pleamar del cansancio.
Llenar mis manos vacías
del consuelo añorado,
cambiar la frontera del viento,
luchar contra la quietud del poderoso fango.
Y,en esta mesa donde escribo,
donde los olvidos naufragan,
disfrazar el vestuario,bebiendo
el vino del consuelo y el frescor del agua helada,
Confesarle a mi voz
lo transparente que es la tempestad,
cuando el sol no es testigo,
encontrarla cercana en este juicio,
que hoy,ligero de amor,
se desnuda latido a latido.
Seguir soñando,sin ornamentos,
con las hojas del calendario,
y que un poco más viejas que ayer,
frente a la ventana de los sueños,la mesa de los versos,
la grieta de la pared,
ven pasar algunas gaviotas volando.
C.A.C.
